El Equipo de Madrileña Red de Gas ha visitado el Reino Unido, una de las regiones que lo tiene más claro. Se estima que el 80% de las viviendas actuales no podrán transformar fácilmente la calefacción por electricidad y que la propia red eléctrica en España tendría dificultades para asumir tanta electrificación de viviendas y coches.
La adaptación de las redes existentes de gas natural se presenta como una buena alternativa para distribuir energía limpia a las viviendas en forma de hidrógeno. El Reino Unido va por delante en este enfoque para adaptarse a los retos del cambio climático y la transición energética y ya financia la inversión en proyectos para que las viviendas sean cero emisiones mediante el uso de hidrógeno. En este sentido el proyecto H21 liderado por Northern Gas Networks es el ejemplo claro del camino a seguir. Durante la visita en septiembre tuvimos la oportunidad de ver el “Hydrogen Home” dónde se pueden ver funcionando contadores, calderas, hornos, y fogones que funcionan con 100% de hidrógeno (¡para hacer un tea! )¿Y cómo funciona una casa con hidrógeno? A ojos de un ciudadano la casa y sus electrodomésticos son iguales a los que ya conoce. Los electrodomésticos como la caldera, el horno, la placa de cocina o la estufa son nuevos modelos preparados para quemar hidrógeno en vez de metano. El calor es el mismo aunque la llama ahora es de color naranja.
También visitamos instalaciones de pruebas en Middlesbourgh dónde ya han mostrado cómo es posible distribuir hidrógeno en las redes existentes. Visitamos la zona de pruebas de la ingeniería DNV dónde han realizado más de 300 pruebas para demostrar la viabilidad y seguridad de distribución de hidrógeno. En definitiva, hay mucho trabajo técnico ya realizado. Debemos aprovechar este trabajo para acelerar esta importante transición
energética.
En España también queremos tener hidrógeno.
De hecho, hasta la década de los años 90, la misma red de tuberías que tenemos ahora ya suministraba un 48% de hidrógeno (llamado gas ciudad). Es decir, gran parte de la infraestructura ya está disponible y con algunos ajustes, estaría lista para funcionar. Cambiar al hidrógeno nos permitirá continuar con nuestras tareas diarias: cocinar, agua caliente, calefacción… de una forma más limpia y más respetuosa con el medio ambiente y con mínimo de disrupción. La sustitución de gas natural por hidrógeno ayudará a descarbonizar nuestro país, reducir las emisiones de efecto invernadero y por tanto ayudar a parar el cambio climático del planeta. Gracias de nuevo a Northern Gas Network por la acogida, por demostrarnos en vivo como una casa cero emisiones ya es una realidad. Las explicaciones que nuestro equipo ha recibido durante la visita sin duda nos han convencido de que un mejor mañana ya es posible, invirtiendo en la transición de gas natural al hidrógeno.